Ante todo, decirte.
Que no hay más placer que desvestirte.
Que no hay más pecado que tu boca.
Ni sueño que duerma sin ti.
Ante todo, amarte.
Que no hay más razón que adorarte.
Que no hay más opción que tu mirada.
Ni noche estrellada sin tu respirar.
Ante todo, hacerte.
Que no hay más opción que amarte.
Que no hay más edén que tus besos.
Ni final más bonito que tu cuerpo,
para acabar en tu mirar.
Porque será para ti,
como lo ha sido para mi:
una fugaz muestra de lo que me haces sentir;
en un instante,
en un segundo,
en un palpitar de tu amor y mi ser.
Te amo