Me acuesto en un rincón
donde habita mi imaginación
y ya no puedo controlar
esta sensacion de amar.
La imaginación me traiciona,
los sentimientos escapan,
de esta absurda encerrona,
ellos, enfurecidos, me matan.
Me voy y te olvido,
ya no puedo parar,
he matado a Cupido,
ya nadie me seguirá.
Mis palabras sangran,
los impulsos ganan,
me uno a la manada,
preso de la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario